La rentabilidad puede ser calculada en forma previa a la inversión.
Es la ganancia que una persona recibe por poner sus ahorros en una institución financiera y se expresa a través de los intereses.
La rentabilidad es la ganancia que una persona recibe por poner sus ahorros en una institución financiera y se expresa a través de los intereses, que corresponden a un porcentaje del monto de dinero ahorrado.
A estos se agregan los reajustes que permiten mantener el valor adquisitivo del dinero que se haya ahorrado.
Normalmente las fórmulas de ahorro ofrecidas en las instituciones financieras entregan Renta Fija o Renta Variable.
Renta Fija
La Renta Fija corresponde a los sistemas de ahorro en que desde el momento en que se lleva el dinero al banco, se conoce la tasa de interés que se pagará regularmente, de acuerdo con el plazo que se haya fijado. Los depósitos a plazo y de las cuentas de ahorro funcionan de esta manera y son preferidas por quienes desean tener un riesgo bajo en sus ahorros, aunque reciban una rentabilidad menor.
Renta Variable
La Renta Variable se refiere a los casos en que la rentabilidad dependerá de varios factores, tales como el comportamiento del mercado o la inflación de un período, por lo que nunca se puede asegurar el monto en que variará, la que incluso puede llegar a ser negativa, es decir, constituir una pérdida para quien ahorra.
El mejor ejemplo de este tipo de rentabilidad es la que consiguen los productos que invierten los ahorros en acciones, ya que no es posible asegurar el tipo de rendimiento que tendrán. Este tipo de inversiones son preferidos por quienes desean un retorno mayor, aunque deban experimentar un riesgo más alto.