Corría el año 1925 cuando llegó a Chile el "Doctor Dinero", Edwin W. Kemmerer, quien les recomendó a las autoridades crear un Banco Central que tuviera la responsabilidad de preocuparse del estado de las finanzas nacionales.
Gracias a eso el lunes 11 de enero de 1926 el banco abrió sus puertas, teniendo como presidente a Ismael Tocornal y en sus bóvedas la cantidad de 150 millones de pesos, aportados por el Estado, otros bancos e incluso particulares que habían comprado acciones de la naciente institución.
La organización del banco ha cambiado desde entonces hasta llegar al momento actual, cuando tiene un reconocimiento en la Constitución, a través del artículo 108 que indica que "existirá un organismo autónomo, con patrimonio propio, de carácter técnico, denominado Banco Central". Añade que habrá una ley especial (N° 18.840) que le dará su "composición, organización, funciones y atribuciones".
¿Qué hace este banco?
De acuerdo a la ley señalada, el banco "tendrá por objeto velar por la estabilidad de la moneda y el normal funcionamiento de los pagos internos y externos".
De acuerdo a las definiciones entregadas por el propio banco, la frase "velar por la estabilidad de la moneda" significa que debe preocuparse porque la inflación no afecte el valor que tiene el peso chileno. Por lo tanto, una de sus tareas principales es que la inflación sea "baja y estable".
La forma más habitual de hacer esta tarea es la preocupación del banco para que el gasto agregado de la economía se mantenga en línea con la de su capacidad productiva, lo cual se regula a través de la tasa de interés de las operaciones que realiza con el sistema financiero.
Por ese motivo, mensualmente, y tras estudiar la situación económica del país, además de los principales indicadores de las finanzas nacionales e internacionales, los consejeros del banco se reúnen para decidir si suben, bajan o mantienen dicha tasa.
Si ésta es baja, los créditos son baratos y eso permite que el gasto agregado se expanda y que abunden las ofertas para endeudarse. En cambio, si es alta, los créditos son más caros y a las empresas o personas que necesitan dinero para gastar en actividades productivas, se les encarece el financiamiento y la actividad del país tiende a hacerse más lenta. De allí la importancia de la decisión que se toma respecto de esta tasa de interés.
En lo que se refiere a la otra actividad que indica la ley, es decir el "normal funcionamiento de los pagos internos y externos", la tarea del Banco Central consiste en cuidar la estabilidad del sistema financiero y el buen funcionamiento de los sistemas de pago, incluyendo aquellos más usados por las personas (como tarjetas de crédito, tarjetas de débito, cheques y otros).
Asimismo, debe velar porque las transacciones que hacen hacia fuera del país, tampoco representen riesgos que pudieran afectar la situación económica interna y en este sentido, otra de las áreas de preocupación del banco tiene que ver con el valor del dólar y las operaciones de cambios internacionales.
Finalmente, otra importante área de trabajo y que hace que cada persona lleve el nombre del Banco Central en sus propios bolsillos, es la emisión de los billetes y monedas, para lo cual tiene un mandato que le permite ser el único banco del país que puede hacerlo. Por eso en muchos medios de prensa también se le llama a este banco el "instituto emisor".
El edificio del banco
Un elemento característico del banco es su edificio, que forma parte del Barrio Cívico de Santiago. Está ubicado en la esquina de las calles Agustinas y Morandé a una cuadra del Palacio de La Moneda.
Su diseño corresponde a los arquitectos Smith Solar y Smith Millar, que modificaron la estructura original ideada por Alberto Cruz Montt. Su imagen más característica es su fachada, que tiene un largo de 71 metros que se hizo muy conocida por aparecer en el billete de 500 Escudos, que circuló ampliamente en la década del 1970.